Algo de lo que no deja de sorprenderme de internet, es su inagotable capacidad echar a andar mi instinto paranoide y persecutoide. Con Internet, algo de teoría de redes y un cortafuegos, puedes averiguar desde que cuchitiriles tocan a tus puertas lógicas... si un aficionado como yo puede averiguar esto, qué cosas no podra hacer un profesional... Nueva Delhi... quién diría... ¡Peligro Will Robinson..!
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